Forma más común de dividir los eventos históricos en etapas

La forma más común de dividir los eventos históricos en etapas es un enfoque fundamental en la disciplina de la historia que busca organizar y comprender la complejidad del pasado. A lo largo de la historiografía, se han desarrollado diversas metodologías y enfoques para categorizar y clasificar momentos significativos en el devenir de la humanidad.

Estas divisiones temporales son esenciales para analizar la evolución de sociedades, culturas y civilizaciones, permitiendo a historiadores y académicos estudiar y contextualizar los acontecimientos a lo largo del tiempo. En este párrafo de introducción, exploraremos las diferentes perspectivas y criterios utilizados para dividir la historia en etapas, así como la importancia de este enfoque en la comprensión de la narrativa histórica.

Forma más común de dividir los eventos históricos en etapas

La división de la historia en cuatro edades distintas (Antigüedad, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea) representa una metodología relativamente moderna para organizar el pasado de la humanidad. Esta es la causa de que en la actualidad, esta periodización sea la más comúnmente utilizada y ampliamente aceptada.

¿Cuál es la forma de periodizar la historia?

La historia ha sido segmentada en cinco eras principales, a saber: la Prehistoria, la Antigüedad, la Edad Media, la Edad Moderna y la Edad Contemporánea. La Prehistoria se inicia con la llegada de los primeros seres humanos hace aproximadamente 2,500,000 años y culmina con el surgimiento de la escritura hace unos 5,000 años.

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¿Cómo se realiza la división temporal de la historia?

La división convencional de la Historia Universal propuesta por el Historicismo se basa en la distinción entre la Prehistoria y la Historia, que comienza con la invención de la escritura.

La etapa de la Historia se subdivide en varios períodos significativos: la Antigüedad Clásica, que abarca desde el final de la Prehistoria hasta la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 d.C.; la Edad Media, que se extiende desde ese punto hasta la toma de Constantinopla por los turcos en 1453; la Edad Moderna, que se inicia con los grandes descubrimientos geográficos y culmina con la Revolución Francesa de 1789; y la Edad Contemporánea, que llega hasta nuestros días.

Esta clasificación combina distintos criterios, como el cultural (la aparición de la escritura), los eventos militares (caídas de Roma y Constantinopla), y acontecimientos políticos (la Revolución Francesa).

¿Qué sucesos señalan el inicio de las distintas eras históricas?

Cellarius, quien desempeñó el cargo de profesor de Retórica e Historia en la Universidad de Halle, ubicada en la actual Alemania, propuso que el comienzo de la Edad Media se fijara en el año 324 con el inicio del reinado del emperador romano Constantino, y que esta época concluyera en 1453 con la caída de Constantinopla a manos de los turcos.

Posteriormente, aproximadamente un siglo más tarde, el historiador alemán Johann Christoph Gatterer estableció los dos marcadores temporalmente más ampliamente aceptados en la actualidad para separar las tres eras históricas: la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 y el descubrimiento de América en 1492.

La introducción de la Edad Contemporánea, que constituye la cuarta de las etapas según la periodización vigente, no tuvo lugar sino hasta el siglo XIX. En ese período, varios historiadores, en su mayoría pertenecientes a la comunidad académica francesa, consideraron que se había producido un quiebre con lo que se conocía como la Edad Moderna, situando finalmente su inicio en el año de la Revolución Francesa, es decir, en 1789. Aunque existen otras propuestas para señalar los momentos de cambio entre cada una de las eras, esta es la manera más común y ampliamente aceptada de llevar a cabo la división:

– Edad Antigua (3,300 a.C. – 476 d.C): desde la invención de la escritura hasta la caída del Imperio Romano de Occidente (476).

– Edad Media (476 – 1492): desde la caída del Imperio Romano de Occidente hasta el descubrimiento de América (1492).

– Edad Moderna (1492 – 1789): desde el descubrimiento de América hasta la Revolución Francesa (1789).

– Edad Contemporánea (1789 – actualidad): desde la Revolución Francesa hasta el presente.